lunes, 25 de junio de 2012

Los Espárragos


Hoy en nuestro espacio de nutrición, os dejamos una noticia de abc.es que habla sobre todos los beneficios que nos pueden aportar los espárragos.


Los espárragos son las yemas tiernas de un arbusto llamado esparraguera. A esta misma familia pertenecen las cebollas y ajos, imprescindibles en las cocinas de cualquier casa. El origen de los espárragos se sitúa en regiones del mediterráneo oriental, hace más de 2000 años, siendo cultivados ya por los egipcios. Se conocen alrededor de 300 variedades pero solo son comestibles unas 20, de las cuales las más consumidas en España son los espárragos verdes, también llamados trigueros, y los blancos, considerados auténtico manjar y cuyo cultivo, algo más complicado que la variedad anterior, ha conseguido tener en Navarra, una denominación de origen para este producto.

Los trigueros deben su color verde a su contenido en clorofila y crecen sobre la tierra sin protección ni cobertura, totalmente expuestos a la luz solar. Aunque es muy frecuente pensar que los tallos finos son los brotes jóvenes y tiernos, los mejores son los tallos gruesos, con cabeza brillante y bien cerrada, su mayor calidad está asociada a un precio superior.

Los blancos son más caros que los verdes, en igualdad de calidad. La producción es menor y los costes más altos. Se cultivan en el campo cubiertos de tierra sin exposición a la luz del sol. En la actualidad, se están utilizando invernaderos de plástico negro, opaco a la luz solar, que permiten recolectar los frutos sin dañar los tallos en desarrollo, un problema que se presentaba con la recolección a ciegas en el cultivo al aire libre. Si a los espárragos blancos les da el sol, las yemas se ponen de color rosa, perdiendo sus características y calidad.

Ricos en ácido fólico
Hay una variedad que comenzó a cultivarse en Italia, con un contenido alto de antocianina, un pigmento los colorea de morado. No es muy frecuente verlos aunque se pueden comprar procedentes de Perú, desde septiembre a diciembre. Son tallos de un sorprendente color, con sabor suave y dulce por su mayor contenido en azúcares y menor cantidad de fibra que los trigueros.

Los espárragos son un alimento rico en vitaminas A, B, C, E, K y ácido fólico, cuyo aporte puede llegar a ser, del 65 por ciento de la ingesta diaria recomendada de folato, por ración de espárrago. Además contienen fibra dietética soluble y de arrastre o insoluble, resultando muy beneficiosos para el sistema intestinal y su flora por la presencia de carbohidratos no digeribles como la inulina, que favorece el mantenimiento de bifidobacterias y lactobacilos intestinales.

Son una buena fuente de minerales (potasio, fósforo, manganeso, calcio, magnesio, hierro, cobre y zinc). Los bajos niveles de sodio y los altos de potasio, junto con determinados aminoácidos, confieren a los espárragos un gran poder diurético. Después de la ingestión de espárragos, la orina tiene un olor muy característico y penetrante como consecuencia de unos compuestos muy ricos en azufre, que forman parte de los aceites esenciales de los espárragos.

Diferencias en nutrientes
Comer espárragos frescos, congelados o en conserva, supone diferencias en el contenido de nutrientes. Las cantidades de fibra varían poco, pero el contenido en vitaminas y minerales sÍ es diferente, como consecuencia de los procesos de manipulación sufridos para su conservación.

Se deben consumir como máximo un par de días después su compra, para que no pierdan su frescura. Se conservan mejor en la nevera envueltos en un paño húmedo fuera de la luz o el calor. Deben ser tallos rectos, con puntas cerradas y su grosor dependerá de su cocinado posterior. Los verdes se deben tronchar con las manos, por donde rompen, mientras que los blancos que son más leñosos se deben pelar con un limpiador de verduras. Los más gruesos se pueden comer hervidos o al vapor, acompañados de una vinagreta, mayonesa o simplemente con aceite de oliva virgen. Los más finos se pueden preparar en tortilla, a la plancha, con pasta y especias, salteados con gambas, setas, huevos, etc.

Diuréticos
Por todas las propiedades nutritivas que hemos enumerado, los espárragos constituyen un alimento beneficioso para la salud, en términos generales: son diuréticos, aportan ventajas para la flora intestinal, su alto contenido en folatos, que junto con las vitaminas del grupo B supone una cierta protección durante los embarazos.

Hay situaciones en que la ingesta de este alimento debe ser restringida y controlada, en especial en aquellos casos en los que los niveles de ácido úrico están aumentados en mayor o menor medida. La hiperuricemia ocasiona depósitos de ácido úrico en distintas zonas del organismo, es la conocida «gota» y para combatirla debe de haber una reducción de alimentos de la dieta que aumenten la acidificación de la orina, como es el caso de los espárragos. La pauta de consumo debe marcarla el especialista.


viernes, 22 de junio de 2012

Mantente en forma durante el embarazo


Estar embarazada no significa que necesites reducir tu actividad deportiva diaria, simplemente hay que adaptarla para realizar ejercicios aptos a tu nuevo estado. Realizar deporte durante el embarazo es la mejor manera mantenerte y ayudar a mejorar tu estado de salud, si tu médico no te indica lo contrario, te proponemos una serie de actividades que te se adaptan a ti:


Yoga, se trata de una actividad relajante que y está considerada una de las mejores terapias para el embarazo. En las clases se realizan movimientos lentos y suaves, que coordinados con la respiración, proporcionan un masaje interno, movilizan los músculos y las articulaciones, y facilitan la oxigenación del cuerpo de la futura mamá.

Caminar comporta muchos beneficios: facilita la circulación sanguínea, relaja tensiones, etc. Estando embarazada se recomienda caminar al menos una hora diaria, con zapatos cómodos y evitando los terrenos accidentados.

Natación y matronatación: como ya sabes, nadar es uno de los deportes más completos, ya que pone en funcionamiento los músculos del cuerpo sin necesidad de realizar movimientos bruscos. Además, es el deporte perfecto para embarazadas: flotar en el agua te permite tonificar todos tus músculos sin forzarlos.


Si eres una mamá perezosa, recuerda que un buen estado físico y psíquico favorecerá el correcto desarrollo de tu futuro bebé.


miércoles, 20 de junio de 2012

Fitball


Los inicios del Fitball se remontan a los años 70 con la integración de un conjunto de ejercicios a la terapia física Suiza. Esta actividad se caracteriza porque los ejercicios que propone se hacen con la ayuda de una pelota o esfera de goma de grandes dimensiones y es un método de tonificación y fortalecimiento muscular seguro y eficaz.

El Fitball te ofrece otra forma de tonificar añadiendo nuevos ejercicios y consiguiendo un alto grado de efectividad.

Es un ejercicio de bajo impacto que lo hace recomendable para ser practicado en todas las edades de forma segura, no se necesita ningún tipo de preparación específica  incluso es  muy  adecuado para mujeres embarazadas. Solamente  conociendo unas cuantas posiciones básicas ya se puede ejercitar gran parte del cuerpo.

Este tipo de clases son muy recomendables para las personas que sufren dolores lumbares y cervicales. La forma esférica de la pelota implica que muchos de los ejercicios necesitan equilibrio postural, de esta manera el individuo puede corregir las malas posturas ayudando al cuerpo a estar correctamente colocado en cada momento.

Una clase de Fitball dura una hora y se compone de las mismas fases al igual que la mayoría de las actividades de: calentamiento, fase de trabajo y estiramientos.

La parte principal  puede ser estática o dinámica (al ritmo de la música) y se realiza a través de un conjunto de ejercicios que se practican de forma secuencial con repeticiones. Los ejercicios van dirigidos a mover y a reforzar todas las partes del cuerpo, mejorando el equilibrio, la fuerza y la coordinación.

La mayoría de los ejercicios se realizan utilizando la esfera como base. Los tamaños de ésta pueden variar básicamente en función de la estatura del individuo que lo practica. La medida correcta es la que, una vez sentados encima de la pelota, la flexión de nuestras rodillas es de un ángulo de 90º.

Dinamiza todas las partes del cuerpo, mejora el equilibrio y la coordinación del cuerpo, corrige las malas posturas ayudando al cuerpo a habituarse a posiciones correctas y tonifica a la vez que flexibiliza.

lunes, 18 de junio de 2012

Selección de ensaladas

En Ingesport somos conscientes de la importancia de una buena alimentación, es básica a la hora de alcanzar nuestros objetivos de salud, y así vivir más y mejor. Hoy os hemos seleccionado dos ensaladas ricas, sanas y muy fáciles de preparar.



Ensalada de Alubias:

  • Un bote de alubias cocidas
  • 2 tomates
  • Atún claro en escabeche
  • 1 bote de anchoas
  • 1 lata de aceitunas
  • 2 huevos duros
  • 1 cebolleta tierna
  • Medio vaso de aceite de oliva
  • Vinagre y sal

Su elaboración es muy sencilla, hay que escurrir las alubias y colocarlas para servir. Trocear el resto de los ingredientes y mezclar, excepto las anchoas que las dejamos para el final. Por último, hacer el aliño con el aceite, el vinagre y la sal ¡Recuerda servirla bien fría!

Ensalada de frutas:
  • 1 lechuga
  • 3 plátanos
  • 1 piña
  • 3 manzanas
  • Media taza de zumo de naranja natural
  • 1 yogur natura
  • Aceite
  • Sal y vinagre

Primero limpiamos, pelamos y troceamos la lechuga, los plátanos, la piña y las manzanas y las cortamos (solo la fruta) en forma de cubos pequeños. Después mezclamos todas las frutas con el zumo de naranja natural y la dejamos reposar durante 15 minutos. Y por último aliñamos la lechuga con la sal, el aceite y vinagre, y colocamos la fruta. Decoraremos la ensalada añadiendo el yogur natural por encima.



Fuente: www.dietas.net



lunes, 4 de junio de 2012

El café


Hoy os dejamos un interesante artículo publicado en elmundo.es que nos habla del café de una manera como nunca antes habíamos escuchado.


El café, como muchos de los alimentos que consumimos habitualmente (el aceite de oliva, los pescados azules, los lácteos, los huevos y un largo etcétera) ha sufrido a lo largo de la historia reciente movimientos pendulares en la percepción de sus propiedades; oscilando, según las épocas, entre dañino a beneficioso según los resultados cambiantes de las publicaciones científicas.

En la más reciente publicada -en 'The New England Journal of Medicine'-, el café, en sus diferentes versiones de normal o descafeinado, se erige como factor protector contra la mortalidad total y la mayor parte de las enfermedades más comunes, con la única excepción del cáncer. El estudio supera en calidad numérica a publicaciones previas ya que los investigadores siguieron a unos 400.000 sujetos por un periodo de 15 años durante el que se produjeron más de 50.000 muertes. Su diseño es prospectivo observacional, y esto último hace que no pueda haber realmente prueba de causalidad como la encontraríamos en un estudio de intervención.

De ahí que debamos tomar los resultados con precaución ya que la experiencia demuestra que raramente los resultados de un estudio observacional, sea con el nutriente que sea, se confirman cuando se aplica el rigor y la evidencia científica de un estudio de intervención randomizado.

En este caso se da la circunstancia curiosa de que los resultados son diametralmente opuestos dependiendo de cómo se lleven a cabo los análisis. Inicialmente el consumo de café se asoció con un riesgo mayor, pero eso se debía a que el consumo de café coincidía con una dieta peor y un consumo más elevado de tabaco. Solamente tras corregir o ajustar esos factores de confusión es cuando emerge la protección del café.

Otro aspecto preocupante es el hecho de que el consumo de café solo se recogió una vez, al principio del estudio y a través de un cuestionario con todas las deficiencias de información más precisa que se hubiera necesitado conocer, incluyendo una manera precisa de medir el consumo de café normal o descafeinado y la manera de preparación, algo muy importante para dar más pistas acerca de qué componentes del café podrían ser responsables del efecto y poder avanzar en los mecanismos.

El hecho de tener sólo un punto histórico de referencia nos impide conocer qué sujetos cambiaron sus hábitos durante los 13 años de seguimiento, no sólo en lo que se refiere al café sino, más importante, a los otros factores de riesgo como el tabaco o la dieta. De nuevo, esto es un factor tremendo de confusión, que aunque los autores tratan de apañar matemáticamente, no deja de ser un 'apaño'.

En resumen, no podemos lanzarnos a dar recomendaciones basadas en un solo artículo, no importa en qué revista se publique y además teniendo en cuenta el diseño del mismo que es meramente observacional y con una información muy poco detallada. No hay duda de que la mayor fuerza del mismo se encuentra en el tamaño de la población y la duración del seguimiento. Sin embargo, conviene añadir esta información al conjunto de publicaciones que se han generado sobre el tema.

En general, la tendencia sugiere que el consumo de café parece ser beneficioso y además el efecto es acumulativo, es decir, que es más protector con cuatro o seis tazas al día que con sólo una o dos. Sugiriendo esto una dosis-respuesta, pero recordemos que no es una intervención.

Además, es importante añadir, que además de los efectos sobre mortalidad, hay otro aspecto muy importante en nuestra sociedad actual que está 'envejeciendo': el declive cognitivo que se produce con la edad y la disminución de la vitalidad. En este caso, el consumo de café está emergiendo como un factor que puede proteger, o al menos reducir, la rapidez con la que se produce este descenso de la capacidad cognitiva así como otras enfermedades neurológicas, incluida la depresión.

Por lo tanto, de una manera u otra, lo que sí parece cierto es que para aquellos que tomamos café, no hay por ahora razón aparente para que cambiemos este hábito, especialmente si lo hacemos 'a la Mediterránea', es decir, con tertulia incluida. Para aquellos que no lo toman o lo hacen en pequeñas cantidades, hay que tener en cuenta que puede ser porque su consumo altera la calidad y cantidad de sueño, que es algo esencial para mantener la salud, así que probablemente sea peor en este caso el remedio que la enfermedad.


viernes, 1 de junio de 2012

Leche materna y celiaquía


Hoy os dejamos un articulo publicado en ABC.es sobre como la leche materna podría ayudar a reducir el riesgo de que nuestro bebe desarrolle intolerancia al gluten.

La leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño de enfermedades autoinmunes y, en concreto, la prolongación de la lactancia durante el inicio de una dieta con gluten reduce el riesgo de desarrollar intolerancia a esta sustancia.


La eficacia protectora de la lactancia puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de ser celíaco siempre que se introduzca el gluten a partir de los 4 meses de edad, mientras el bebé continúa alimentándose con leche materna, según un comunicado del Grupo de Trabajo de Enfermedad Celiaca de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (SEGHNP).

De acuerdo con los últimos datos del registro de nuevos casos de enfermedad celíaca denominado REPAC, coordinado por la doctora Enriqueta Román, y en el que participan también los doctores Carolina Gutiérrez y Félix Sánchez-Valverde, el 42% de los diagnósticos de enfermedad celíaca se produce en niños de entre 2 y 6 años.

Además, según Luis Peña, presidente de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, uno de cada 80 niños españoles sufre esta enfermedad, que se caracteriza por intolerancia al gluten.
Un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo como osteoporosis y osteopenia y, además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a esta patología, considera también la misma fuente.

En palabras del doctor Peña, «la leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de tolerancia frente a antígenos alimentarios».