viernes, 15 de febrero de 2013

Tips para comer mejor

Adquirir unos buenos hábitos alimenticios es la clave para mantenerte en tu peso y no tener que hacer dieta. Si a esto le sumas algunos trucos e ideas nutricionales útiles, no tendrás que preocuparte por los kilos de más, te sentirás llena de energía y tendrás una salud de hierro.




1. Come más alimentos bio


Cuanto más frescos y naturales sean los alimentos que le proporcionas a tu cuerpo, mejor. La mayor garantía para conseguirlo es la comida biológica. Libres de pesticias, toxinas, azúcares añadidos, lactosa y otras sustancias que te intoxican y te engordan, los alimentos ecológicos son una gran inversión en tu salud y tu silueta. Pero como no es fácil comer sólo bio y menos fuera de casa, intenta que tu nevera y tu despensa contengan el mayor número de productos ‘eco’ posible.



2. Hidratos y caprichos, en el desayuno



Los hidratos, ni son tan malos ni puedes suprimirlos de tu dieta sin sufrir carencias y problemas de salud. La clave está en tomar los más calóricos, como pan y cereales, en el desayuno, con todo el día por delante para quemarlos. Y lo mismo para los dulces: si no puedes renunciar a ellos, tómalos en el desayuno además de una ración de proteínas. Tomar algo de dulce te quitará la ansiedad psicológica que produce prohibirse un alimento que nos gusta mucho, y las proteínas evitarán que vuelvas a sentir más hambre de azúcar al poco rato.



3. La fruta, entre horas

Tomar cualquier tipo de azúcar después de comer estimula la producción de insulina, la hormona que se encarga de frenar la degradación de las grasas y la pérdida de peso. Además, por su rápida digestión, la fruta puede fermentar con la comida y producirte digestiones pesadas y gases. Así que lo ideal es tomarla como tentempié entre horas y escoger frutas de efecto saciante y ricas en fibra, como las fresas, frutos rojos, sandía, melón, piña o papaya.

4. Pan y cereales integrales

¿Recuerdas el tip número 1 sobre los alimentos ‘eco’? Pues los primeros que te recomendamos sustituir son el pan y los cereales por integrales y bio. Aunque la cantidad de calorías será muy similar, al contener el cereal sin refinar la digestión será más lenta y no se almacenarán en tu cuerpo en forma de grasas, como en el caso del pan blanco o los cereales industriales. Respecto a estos últimos, aunque creas estar tomándolos bajos en calorías, no tienes más que comparar la etiqueta de la típica caja del súper y la de unos cereales bio. Los primeros tienen todo tipo de azúcares, grasas y sustancias extra poco recomendables, mientras que los segundos sólo contendrán los cereales, azúcar de caña, frutos secos u otros ingredientes naturales.

5. Más proteínas

Aumentar las raciones de proteínas y reducir las de hidratos ayuda a adelgazar y a mantener el peso. Pero cuidado, también es importante que esas proteínas sean de la mayor calidad posible y estén cocinadas de forma ligera. Los huevos, el pescado azul, la carne magra, el pavo, el tofu, los moluscos, los ibéricos… son preferibles a las carnes rojas, el embutido, las salchichas o los lácteos. Intenta incluir una pequeña ración en el desayuno, otra mayor en la comida y que tu cena sea sobre todo proteica. ¿Sabías que las setas, bajísimas en calorías, también contienen proteínas?

6. Fuera salsas

Cuanto más sencillos sean tus platos, menos calóricos y más saludables. Las salsas, sobre todo las de bote, contienen grandes cantidades de sodio y azúcar, enemigos de tu línea. El primero te hace retener líquidos y el segundo se almacena en forma de grasa. No tienes más que leer la etiqueta de un inocente bote de salas o aliño preparado para tenerlo claro: no hace falta echarse azúcar en el café para consumirlo cada día sin darnos cuenta. Una vinagreta con dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen y vinagre de manzana o limón es el mejor aliño que puedes tomar.

7. Come 5 veces al día.

Para mantener las calorías a raya lo más importante es precisamente no pasar hambre. Y para eso tienes que hacer hasta cinco ingestas al día. La clave es no dejar pasar más de tres o cuatro horas entre comida y comida, para no llegar nunca a necesitar devorar. Esto también hará que tu metabolismo esté siempre funcionando y quemando calorías. Si alguna vez has ido a un endocrino o has hecho una dieta seria sabrás que te obligan a comer más y que no se pasa hambre. Pero, por supuesto, tus ingestas, sobre todo entre las comidas principales, deben ser sanas y ligeras: fruta, frutos secos, fiambre bajo en grasa, galletas integrales…





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