Ya hemos señalado muchas veces la importancia de una vida sana, con ejercicio físico y dieta y hábitos apropiados, como mejor medida preventiva de muchísimas enfermedades. Remarquemos una vez más la importancia del ejercicio físico como prevención también de enfermedades de tipo neurodegenerativo.
Os traemos un nuevo artículo que cita varios estudios donde se demuestra lo beneficioso del ejercicio como prevención de enfermedades degenerativas como Alzhemimer, Parkinson y otras.
Este artículo hace referencia a estudios que más o menos ya conocemos: que enfermedades como el Alzheimer pueden, en cierta medida, prevenirse o retrasar su progresión si la persona mantiene una dieta adecuada, ejercicio suave realizado de forma regular y realiza otras medidas preventivas como puedan ser ejercicios de tipo mental.
Al parecer un estudio señala que la práctica de ejercicio aeróbico suave-moderado puede ser útil para retrasar la progresión de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Lógicamente no es que vaya a ser milagroso, lo que sí es cierto es que una persona aquejada de esta enfermedad va a sufrirla de forma mucho más severa si sus hábitos son poco saludables y si su cuerpo se deteriora por culpa de la inactividad.
Otras enfermedades, como la enfermedad de Parkinson, también encuentran en el ejercicio físico una herramienta muy útil. En las primeras fases ayudará a que la persona se mantenga activa e independiente el mayor tiempo posible. En fases más avanzadas servirá para que la persona, a pesar de la progesión de los síntomas (temblor, rigidez, dificultad para realizar movimientos…) pueda mantener un buen estado físico, lo cual favorecerá que la pérdida de capacidades sea mucho más lenta y suave. De lo contrario, la pérdida podría ser mucho más brusca.
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