miércoles, 18 de enero de 2012

Esquiar bien protegido

Los esquiadores deberían utilizar un casco integral, y en ciertos casos una férula, para proteger la cara y la mandíbula ya que el casco convencional no protege a los esquiadores de los impactos en ciertas partes de la cara, como la nariz, los pómulos, la mandíbula y los dientes, que también son susceptibles de sufrir lesiones.

Proteger la cara durante la práctica deportiva no es una recomendación dirigida solo a los esquiadores de élite, sino también a todos los aficionados a los deportes de nieve. Se calcula que cumplir las medidas de protección facial podría prevenir el 60% de las lesiones. Solo en EE.UU., la Asociación Americana de Dentistas estima que el uso de protectores bucales previene unas 200.000 lesiones al año, en España la prevención de estas consecuencias han llegado tarde, solo tras las recomendaciones que se han difundido en el ámbito internacional, que consisten en el uso de un casco integral y de un protector dental (o bucal). En la actualidad, los esquiadores y practicantes de otras modalidades deportivas sobre la nieve ya están familiarizados con la utilización del casco craneal. Pero este casco convencional solo les protege el cráneo y les deja al descubierto otras partes de la cara que se pueden lesionar. Por esta razón, los expertos aconsejan el uso de un casco integral.

Aumenta el riesgo de accidentes al esquiar

Hombre, joven y con un estilo de esquí agresivo, fuera de pista, en nieve virgen y sobre bumps (relieves en un terreno abrupto). Este es el retrato robot de las personas que, con mayor frecuencia, sufren traumatismos en la cara por un impacto directo mientras practican este deporte o alguna de sus modalidades de mayor riesgo, como el snowboard, el esquí half pipe o sobre bumps.

En los últimos años, la tendencia al alza de la práctica del snowboard y el hecho de que la mayoría de los aficionados a este deporte sean jóvenes con un estilo temerario ha incrementado el riesgo de los accidentes en pista. Las personas afectadas por traumatismos tras recibir un impacto directo mientras practican distintas modalidades de esquí son, en un 70% de los casos, hombres, y en un 30%, mujeres, que en general son más precavidas.

No obstante, ser una persona prudente y esquiar de forma tranquila, a menudo, no basta para librarse de un accidente en la nieve. Según datos de Joan Birbe, son muchas las personas reciben el impacto indirecto de un esquiador que les embiste o que da un salto, patina y cae sobre ellas.

Entre los aficionados a los deportes en la nieve, los snowboarders registran más caídas que los esquiadores y tienen un riesgo tres veces mayor de lesionarse que los practicantes de la modalidad alpina, según un estudio sueco que analizó las lesiones de ambos durante una década.

¿Cuáles son las lesiones más frecuentes entre los esquiadores?

Entre ellas, figuran las fracturas y lesiones de nariz, pómulos, labios, mandíbulas y dientes. Algunas son más frecuentes que otras, según el mecanismo que las origina (colisión o caída). Las fracturas óseas son más probables tras una colisión entre personas o choques y caídas contra objetos en la estación de esquí, mientras que los traumatismos en la zona dentoalveolar son más comunes cuando el esquiador se golpea con su propio equipo o contra los telesillas, según se recoge en un estudio del equipo de Robert Gassner, de la Universidad de Innsbruck.



Fuente: http://www.consumer.es

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