miércoles, 15 de febrero de 2012

El deporte como prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares


Existen dos buenas razones que nos deberían animar a realizar ejercicio físico regularmente entre los 20 y los 50 años: la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y la prevención y el tratamiento de los dolores de espalda. Además, este estudio trata brevemente otro beneficio importante ligado a la actividad física: la prevención de los estados de ansiedad y depresión, que son enfermedades que se suelen comenzar a manifestar de modo muy significativo a estas edades.

Enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis de las arterias coronarias, son la principal causa de muerte en los países occidentales.

¿Por qué hay que tener muy en cuenta las enfermedades cardiovasculares en las personas de 20 a 50 años de edad?

Porque son la principal causa de muerte en los países industrializados (el 50% de todas las muertes se debe a enfermedades cardiovasculares). De entre las muertes que se producen por enfermedades cardiovasculares, el 55% de dichas muertes se produce por la enfermedad de las arterias coronarias que irrigan al corazón, el 16% por accidentes cerebrales vasculares, el 3% por hipertensión y el 26% por otras razones.

Se observa que el riesgo de muerte por enfermedad coronaria comienza a aumentar progresivamente a partir de los 35 años de edad en los varones y de los 45 años en las mujeres, por esta razón, es muy importante prevenir en lo posible a estas edades el desarrollo de esta enfermedad.

¿Qué es la enfermedad de las arterias coronarias?

Las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que irrigan el corazón, por donde circula la sangre que le suministran el oxígeno y el combustible necesario para que se contraiga a lo largo de la vida, es una degeneración progresiva de la parte interna de estas arterias. Esta degeneración se acompaña del desarrollo de placas fibrosas calcificadas y de grasa que van creciendo progresivamente a lo largo de los años, reduciendo cada vez más el espacio por donde puede circular la sangre. Esta reducción del espacio obliga a que la sangre tenga que circular muy lentamente. Esto favorece la formación de coágulos (llamados trombos) en el interior de las arterias coronarias que pueden ocluir parcial o totalmente el paso de la sangre.

¿Por qué el tabaquismo es un factor de riesgo cardiovascular?

Porque se ha demostrado que la probabilidad de que un fumador muera de una enfermedad cardiovascular es dos veces mayor que la que tiene un no fumador. Por ejemplo, los fumadores de 30 años de edad tienen 5 veces más riesgo de tener un accidente cerebral vascular que los jóvenes no fumadores de esa edad.

¿Por qué es un factor de riesgo cardiovascular tener niveles altos de colesterol en la sangre?

Porque se ha demostrado que existe una relación estrecha entre los niveles elevados de colesterol en sangre y el riesgo de morir de enfermedad cardiovascular. Es deseable tener valores de colesterol inferiores a 190 mg/dL (en menores de 30 años) y de 200 mg/dL (en mayores de 30 años).

¿Por qué el sedentarismo es un factor de riesgo cardiovascular?

Porque como se ha comentado en el capítulo primero, las personas que no hacen ejercicio físico o que están en muy baja forma física, tienen dos veces más riesgo de tener un accidente cardiovascular que las personas que tienen mejor condición física.

¿Por qué la obesidad es un factor de riesgo cardiovascular?

Porque favorece el desarrollo de otras enfermedades ligadas al sedentarismo (diabetes, niveles elevados de colesterol en sangre, sedentarismo) y porque existe una relación estrecha entre la obesidad y el riesgo de mortalidad.

De los factores de riesgo señalados (tabaquismo, niveles altos de colesterol, hipertensión arterial, sedentarismo y obesidad), ¿cuál de ellos es el más importante?

En un estudio reciente que ha analizado el riesgo de muerte en una población examinada en el Centro Cooper, de Dallas (Estados Unidos), se ha encontrado que el factor de riesgo de muerte más importante es el sedentarismo (tener muy baja condición física) seguido por el tabaquismo, la hipertensión (mayor de 140 mmHg), el colesterol elevado (mayor de 240 mg/dL) y la obesidad (índice de masa corporal mayor de 27 Kg/m2). Por lo tanto, este estudio sugiere que el tener una baja condición física es probablemente el principal factor de riesgo de muerte.

¿Cuáles son los efectos del ejercicio físico regular sobre esos factores de riesgo en personas de mediana edad que están aparentemente sanas?

Está firmemente establecido que el ejercicio físico de resistencia aeróbica practicado regularmente por personas aparentemente sanas, se suele acompañar de una disminución de la tensión arterial de reposo, de los niveles de colesterol total en sangre, de la cantidad de grasa del cuerpo y de la resistencia a la insulina, es decir, de varios factores de riesgo. Estos efectos del entrenamiento de resistencia aeróbica rebajan el riesgo de desarrollo de una enfermedad cardiovascular y la mortalidad del hombre de mediana edad. Además, estudios recientes indican que la mejora de un 10% de la resistencia aeróbica, disminuye por sí sola la probabilidad de muerte en los años siguientes, aunque no se mejoren los factores de riesgo. Los efectos del entrenamiento de fuerza sobre los factores de riesgo y los indicadores de la salud están menos estudiados, aunque varios estudios sugieren que el entrenamiento

de fuerza se acompaña de una disminución de la cantidad de grasa del cuerpo, de la resistencia a la insulina, del riesgo de fracturas y de caídas, y de una mejora de la capacidad para llevar a cabo las tareas de la vida diaria y de la sensación de bienestar.

Se ha indicado que las personas con una buena condición física y que hacen ejercicio físico regularmente tienen menos riesgo de morirse en los próximos años. ¿Quiere esto decir que la longevidad de las personas físicamente activas es más elevada que la de las personas sedentarias?

Más que vivir muchos más años, lo que ocurre con las personas físicamente activas es que se mueren mucho menos entre los 30 y los 65 años de edad. Este rango de edad corresponde a la época de la vida en la que empieza a aumentar de manera dramática la mortalidad debida a las enfermedades cardiovasculares. El ejercicio físico parece que protege especialmente de la mortalidad a esas edades.


Fuente. Fundación Eroski http://saludydeporte.consumer.es

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