viernes, 10 de febrero de 2012

Tonificación y mujer II

Lo primero: la postura

Cuando se observa a mujeres sedentarias o con poca experiencia en la práctica de ejercicio físico, lo que más llama la atención es el gran desconocimiento que tienen de sus propios cuerpos y es precisamente esta falta de conciencia corporal la que provoca que dejen caer los hombros hacia delante y que tengan una curvatura lumbar pronunciada haciendo que el abdomen salga hacia delante. Este tipo de actitudes, además de los problemas de salud que pueden provocar a largo plazo, son sobre todo antiestéticas, no se puede tener buen aspecto si no se tiene una buena actitud corporal.

El objetivo en muchos casos, debe ser cambiar esta actitud corporal, realizando ejercicios para estabilizar la zona central del cuerpo. Para conseguirlo será necesario realizar ejercicios para la zona central del cuerpo o el core. (La palabra core, proviene del inglés y significa núcleo o centro)

Una adecuada y equilibrada zona media proporciona:

  • Una correcta estabilización del cuerpo de manera que los brazos y piernas puedan realizar cualquier movimiento teniendo como soporte esta musculatura y forma una cadena muscular transmisora de fuerzas entre piernas y brazos.
  • Una mejora de la eficiencia del movimiento.
  • Una mejora del equilibrio y la coordinación.
  • Aumento del control postural.
  • Aumento de la fuerza y la flexibilidad a través del complejo lumbo-pélvico-cadera (Sacro-Ilíaco).

La principal finalidad del acondicionamiento abdominal debe ser el desarrollo de la capacidad estabilizadora del raquis, debido sobre todo a que es una estructura inestable y precisamente la construcción de un fuerte corsé muscular alrededor del raquis lumbar incrementará la estabilidad del mismo.

Hay que tener en cuenta que gran parte de las actividades de la vida diaria y del deporte, solicitan patrones dinámicos multiplanares y multiarticulares ya que es necesario trasmitir fuerza entre extremidades. La eficacia del movimiento, desde el punto de vista mecánico y de la salud, está supeditada a la función sinérgica del core.

Por esto, uno de los objetivos principales, por no decir el más importante del entrenamiento funcional es el desarrollo de una correcta higiene postural, entendiendo ésta como el mantenimiento de una adecuada ATPE (activación tónico postural) y su aplicación no solo a la actividad física y al deporte sino a situaciones de la vida cotidiana, cargar con la compra, coger al niño....

La utilización de elementos desestabilizadores, entendiendo como tales aquellos que emplearíamos para aumentar los requerimientos de estabilización activa, mejorará la actividad propioceptiva y el control neuromuscular, pero este debe ser el último paso en la progresión hacia el correcto control postural.

Se puede comenzar simplemente con una correcta ATP en la realización de ejercicios básicos, pasando posteriormente a realizar ejercicios con pesos libres, donde existe un cierto grado de estabilización pasiva para posteriormente y como penúltimo paso en la progresión, utilizar en algunos ejercicios elementos inestables como puede ser un Fitball, que ya requiere un cierto nivel de estabilización activa.

La utilización del Fitball para la práctica de ejercicios de tonificación, debido a la exigencia de una mayor participación del sistema de control motor con el fin de estabilizar y equilibrar el tronco, está considerado como un método muy eficaz para el trabajo del core, siempre después de haber pasado las etapas anteriores. La finalidad de estos ejercicios deberá ser la estabilización activa integrando la acción de músculos agonistas, antagonistas, sinergistas y estabilizadores.

La utilización del Fitball para la práctica de ejercicios de tonificación, debido a la exigencia de una mayor participación del sistema de control motor con el fin de estabilizar y equilibrar el tronco, está considerado como un método muy eficaz para el trabajo del core, siempre después de haber pasado las etapas anteriores. La finalidad de estos ejercicios deberá ser la estabilización activa integrando la acción de músculos agonistas, antagonistas, sinergistas y estabilizadores.


Fuente: Carlos Bernardos, Director Técnicos, Ingesport Health and Spa Consulting

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