viernes, 17 de febrero de 2012

Obesidad infantil


Según investigaciones recientes, el crecimiento de la obesidad infantil en nuestro país es espectacular y altamente preocupante. Ha pasado en los últimos 15 años del 5% al 16% y este dato sólo es superado en la UE por Gran Bretaña.

Recordamos que la obesidad es la acumulación excesiva de grasa corporal y que normalmente se da cuando el peso corporal del niño supera el 20% del peso ideal según edad, talla y sexo.

Para muchas familias el tener un hijo gordito y lleno de pliegues constituye un orgullo y lo interpretan como una señal de que el niño está fuerte y lleno de salud, pero nada mas lejos de la realidad, los expertos en nutrición infantil opinan que lo importante no es que el niño esté gordo o delgado sino que esté sano y hay que recordar que en la última Jornada Nacional sobre Obesidad y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en Madrid, se catalogó la obesidad infantil como una enfermedad emergente.

Hay que pensar que este problema en la población infantil de hoy puede acarrear graves consecuencias en el futuro, ya que la siguiente generación podría tener una esperanza de vida menor que la actual. Hay estudios que indican que la obesidad puede acortarla en 13 años.

El problema viene producido fundamentalmente por dos factores que son los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo. Sustituyendo el consumo de frutas y verduras, de legumbres y de pescado, por golosinas y bollería industrial y la actividad física por la televisión, el ordenador y los video juegos.

De todas formas la solución es fácil ya que dado que casi todos estos factores determinantes están relacionados con el estilo de vida (sin contar algunos casos producidos por factores patológicos o genéticos) sólo es necesario provocar un cambio de hábitos, en nuestros hijos, fomentando la buena alimentación y la práctica de actividad física para remediar y prevenir este problema. Obviamente el ejemplo de los padres es fundamental a la hora de provocar este cambio.

Es necesario hacerles ver que el juego y el deporte es algo divertido y que nos hacer sentirnos bien y llenos de energía. Si al principio les cuesta se pueden proponer actividades o juegos para realizar con ellos, tan sencillas como salir a montar en bicicleta juntos o a caminar por el monte...también los deportes de equipo pueden ser un buen argumento ya que interactúan con chicos de su misma edad y no sólo mejoran su estad de salud física sino que a la vez mejoran su salud social, otro factor que con el exceso de TV y ordenador tampoco se ve demasiado favorecido.


Carlos Bernardos, Director Técnico IHSC

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