viernes, 30 de diciembre de 2011

Entrenamiento y embarazo

A pesar de los temores que genera a la madre hoy sabemos que las mujeres embarazadas pueden y deben hacer ejercicio, incluso conocemos casos de mujeres deportistas que se han mantenido en competición durante parte del embarazo y obviamente entrenando activamente. El ejercicio físico es recomendado por los especialistas, si bien aquellos factores que puedan poner en peligro al bebé o a la madre deben ser eliminados del programa de entrenamiento y sustituidos por otros mas adecuados para las mujeres en ese estado.

Las mujeres que realizan deporte o actividad física de manera habitual, están en condiciones para continuar sus programas de entrenamiento, eso sí, con las adaptaciones adecuadas.

Las mujeres sedentarias, al no tener experiencia previa en entrenamientos y al no encontrarse en un buen nivel de condición física deberán comenzar de manera progresiva y con ejercicios y tareas de baja intensidad, como caminar y nadar (si se tiene un buen dominio de la técnica) También las clases de Pilates, Fitball y Aqua pueden ser muy útiles.

El ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, mejora la tensión arterial, disminuye los problemas digestivos y sobre todo evita el sobrepeso.

También es una ayuda para el parto, ya que los músculos trabajados y fortalecidos empujan con mayor eficacia, en parte también por el mayor control adquirido sobre ellos.

Los ejercicios de fortalecimiento muscular, de movilidad articular y de flexibilidad de toda la zona media son de vital importancia no solo durante el parto sino también durante el embarazo ya que el peso extra durante el embarazo, es soportado por los músculos abdominales y paravertebrales. Ayuda a mejorar la postura y aliviar molestias como tensión en la espalda y calambres en las piernas.

ALGUNOS CONSEJOS PRACTICOS

  • Consultar al médico por si hubiera alguna contraindicación.
  • Ponerse en manos de un especialista que diseñe el programa de trabajo.
  • Realizar los ejercicios de forma relajada y en posiciones que no generen un esfuerzo. Evitar los movimientos bruscos y de alto impacto.
  • No hacer ejercicios intensos durante mas de 15 min.
  • Ejercitarse regularmente.
  • Respetar estrictamente las partes del entrenamiento: calentamiento, parte principal y vuelta a la calma.
  • En la parte principal mantener la frecuencia cardíaca de trabajo sin sobrepasar el 70% de la frecuencia cardíaca máxima (220-edad).
  • Cuidad la alimentación ingiriendo las suficientes calorías como para aportar energía para el ejercicio.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura.

Fuente: Carlos Bernardos, Director Técnico, Ingesport Health and Spa Consulting

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